CONTEXTO HISTÓRICO.
La ciudad no es sólo un objeto de
estudio importante de las ciencias sociales, sino, sobre todo, un problema que
ha ocupado y preocupado a los hombres desde que éstos decidieron asentarse
formando agrupamientos estables. Es obvio que los asentamientos humanos, aún en
sus formas más simples, requieren de un mínimo de acuerdos sociales para
asegurar el equilibrio del grupo, y que de la fragilidad o solidez de dichos
acuerdos depende fundamentalmente la estabilidad necesaria para la convivencia
adecuada. Por ello, la ciudad debe entenderse como un fenómeno vivo y
permanente, íntimamente ligado a la cultura con la que comparte la
característica de la complejidad, lo que invita a acometer su estudio desde
múltiples puntos de vista. Se han ocupado de ella, entre otras disciplinas, la
historia, la filosofía, la geografía, la psicología, el arte, la arquitectura,
la sociología, la política, la literatura, la antropología y, por supuesto, el
derecho.
Son numerosas las definiciones
que se han formulado sobre la ciudad a lo largo de la Historia, dependiendo del
elemento constitutivo sobre el que se fijara la atención. Unos autores han
destacado el elemento material (la pavimentación, el cierre amurallado, los
equipamientos), mientras que otros han atendido a las relaciones sociales o a
visiones utópico-filosóficas del fenómeno urbano.
TEMA TRABAJADO EN ECONOMÍA Y POLÍTICA.
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